Mutilación Genital Femenina

Vamos a ver señores, solo de imaginarme la escena es que me muero. La procedencia de esta actuación es incierta, ya que bien sea por costumbre, tradición cultural o motivos religiosos, de los cuales parece no existir textos que lo justifiquen, la práctica CRUEL de la mutilación genital femenina, sigue dándose en pleno siglo XXI en países de África, Oriente Medio, Asia y América Latina. Vamos que esta aberración está aún practicándose por todo el mundo en la actualidad.

Gracias a la aprobación en 1992 de la resolución de Naciones Unidas para fijar en el calendario la celebración de este día, la divulgación de esta tortura ha permitido en el mundo civilizado empezar a tomar conciencia y dar voz internacional a esta violación de los derechos humanos especialmente de las mujeres.

¿Mujeres? Bueno por favor ¡que es horrible! Este procedimiento se realiza en las edades comprendidas desde bebés hasta en niñas de hasta 16 años, cuando aún ni siquiera son mujeres con la opción de huir o elegir. Claro que lo de la elección es también prácticamente imposible en estas sociedades.

Sumemos a esto que la práctica en sí misma del corte de los genitales externos de las niñas ¡con una cuchilla común de afeitar! Es realizado por dos o tres mujeres entre las que se encuentra la madre que encima se preocupa de que la “operación” haya sido bien ejecutada y todo con el objetivo de garantizar que la futura mujer no sienta placer sexual. Es convertirlas en bloques de hielo sin actitud ante la sexualidad.

Gracias a la prohibición de su realización, la ablación ha disminuido algo, pero no seamos ciegos ni nos acomodemos a esta esperanza, esto continúa ocurriendo a millones de niñas y los datos son muy graves.

Tenemos que tener esperanzas para que esto pare con el fin de la existencia de las generaciones actuales que marcan esta práctica. Paro lo cual este tema hay que difundirlo mucho, comunicarlo, hablarlo entre los jóvenes, hacer llegar a todas las nuevas generaciones en todos los rincones del planeta que no se puede hacer esto, que es cruel, doloroso, denigrante.

Usemos la herramienta de internet que cada vez llega más lejos para que esta información llegue a los niños y jóvenes de estas culturas y sean ellos mismos los que tomen conciencia de esta locura y arranquen en la lucha ante semejante ignorancia.