LA PUERTA

LA PUERTA

El plato fuerte de la excursión era la visita al Palacio de Versalles y desde la llegada del autobús a sus bellísimas puertas, los excursionistas no paraban de dispersarse, comentar, quedarse retrasados haciendo fotos, charlando entre ellos y detenerse a admirar lo que veían. En la famosa galería de los espejos, una de las mayores ambiciones de Luis XIV que mandó construirla para mostrar la opulencia de su reinado, los excursionistas se disgregaron para moverse a gusto.

Posteriormente se dirigieron a un lugar del palacio en el que la guía del grupo se detuvo, intentando conseguir que se acercaran a su alrededor y le prestaran atención. Satisfecha, consiguió finalmente mostrarles una enorme y majestuosa puerta, aledaña a la estancia de dónde venían, que fue en su día el dormitorio de la más nombrada reina de Versalles: María Antonieta, archiduquesa de Austria, que se casó y reinó en Francia junto al rey Luis XVI.

La guía turística explicó la historia de esa puerta enorme que tenía a sus espaldas, según contaba, esa historia había pasado de generación en generación en su familia. Todos sacaron los móviles para fotografiar la puerta y la observaban con curiosidad, mientras escuchaban a la guía relatando que un antepasado de su familia fue el señor que abrió la puerta para facilitar la huida de María Antonieta.

Brevemente recordó a los presentes que entre el 5 y 6 de octubre de 1789, una muchedumbre enorme, sobre todo mujeres, llegaron a las puertas del palacio con exigencias al rey por la falta de pan, por el derroche de los recursos del país y por la vida de caprichos desmesurados de la reina. No bastó que el rey, aconsejado por el marqués de La Fayatte, saliera al balcón accediendo con promesas a las exigencias de las mujeres.

Cuentan que ella cuando fue requerida a salir al balcón con el delfín en brazos no mostró ningún miedo, continuó confiada hasta que sintió el peligro cuando algunos de los amotinados, con cuchillos y picos, consiguieron entrar en el palacio, matar a dos guardias y ya corrían por los pasillos en busca de los reyes. En ese momento la guía comentó que fue entonces cuando María Antonieta, con los niños de la mano y descalza, salió corriendo por esa puerta.

La guía anunció al grupo que ya era la hora de salir a los bellos jardines del Palacio de Versalles.

LaRemedios. 22.02.2021

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